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Friday, April 29, 2011

FRASES DE NUESTRO SANTO PAPA ♥JUAN PABLO II♥

Los invito a cada uno a comprometerse cada día en el seguimiento de Cristo para rechazar la violencia, que es un camino sin futuro, y para construir una paz duradera fundada en la justicia y el respeto de las personas.

Los padres de familia que tienen la responsabilidad de la educación humana y cristiana de los hijos, confiando también en la ayuda experta de educadores y catequistas serios y bien formados.

Ayudad a vuestros hijos a salir al encuentro de Jesús, para conocerlo mejor y para seguirlo, entre las tentaciones a las que están continuamente expuestos, sobre el camino que lleva a la auténtica felicidad.

La vocación del cristiano es la santidad, en todo momento de la vida. En la primavera de la juventud, en la plenitud del verano de la edad madura, y después también en el otoño y en el invierno de la vejez, y por último, en la hora de la muerte.

La irresponsabilidad ecológica es, en el fondo, un problema moral --basado en un error antropológico-- que se produce cuando el ser humano se olvida de que su capacidad para transformar el mundo debe siempre respetar el plan divino.

Inculturación es lo que permite a la Iglesia encarnar el Evangelio en las diferentes culturas, asumiendo lo que hay de bueno en estas culturas, y renovándolas desde su interior. La inculturación constituye un camino hacia una plena evangelización para que todo hombre pueda acoger a Jesucristo en la integridad de su ser personal, cultural, económico y político, de cara a su plena y total unión con Dios Padre y de una vida santa bajo la acción del Espíritu Santo.

Los ciudadanos de una democracia moderna no deberían sufrir a causa de sus convicciones religiosas. Nadie debería verse obligado a ocultar su religión para poder disfrutar de los derechos humanos fundamentales, como la educación y el empleo.

Es vital que el llamamiento de Cristo a hacer discípulos sea anunciado y vivido con convicción por cada cristiano.

Promover una espiritualidad de la comunión., exige ante todo una radical conversión a Cristo, una dócil apertura a la acción de su Espíritu Santo y una acogida sincera de los hermanos.

Al viajar se conocen lugares y situaciones diversas, y se cae en la cuenta de lo grande que es la brecha entre países ricos y países pobres. Además, se pueden valorar mejor los recursos y las actividades locales, favoreciendo la participación de las zonas más pobres de la población.

Hay que alentar con firme determinación el camino del diálogo y de la mutua comprensión en el respeto de las diferencias, de forma que la auténtica paz pueda lograrse y tenga lugar el encuentro entre los pueblos en un contexto de solidario acuerdo.

El diálogo, basado en sólidas leyes morales, facilita la solución de los conflictos y favorece el respeto de la vida, de toda vida humana. Por ello, el recurso a las armas para dirimir las controversias representa «siempre una derrota de la razón y de la humanidad».

Una deformación más grande aún de nuestra fe tiene lugar cuando el relativismo lleva al sincretismo: construcción espiritual artificial, que manipula y distorsiona la naturaleza esencial, objetiva y reveladora del cristianismo.

Dios no es un ser indiferente o lejano, por lo que «no estamos abandonados a nosotros mismos».

Es necesario vivir en la adhesión a la voluntad divina, ofrecer el pan a los hambrientos, visitar a los prisioneros, apoyar y consolar a los enfermos, defender y acoger a los extranjeros, dedicarse a los pobres y míseros.

Hoy se exalta con frecuencia el placer, el egoísmo, o incluso la inmoralidad, en nombre de falsos ideales de libertad y felicidad. La pureza de corazón, como toda virtud, exige un entrenamiento diario de la voluntad y una disciplina constante interior. Exige, ante todo, el asiduo recurso a Dios en la oración.

Las vacaciones de verano como un período particularmente propicio para redescubrir los auténticos valores del espíritu. «Las numerosas ocupaciones y los ritmos acelerados de la vida hacen que en ocasiones sea difícil cultivar esta importante dimensión espiritual.

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